miércoles, 25 de enero de 2012
EN UNA TARDE DE PRIMAVERA. DE JESÚS MUÑOS CONDE.4
Mientras dos amigos paseaban descubriendo bellos rincones de la ciudad de Granada, el ruido del agua interrumpió la conversión de los jóvenes, a la vez que sintieron la humedad del río que atravesaba el lugar y que descubrieron sorprendidos a la vuelta de la esquina. Desconocían su nombre, su origen y preguntaron a un anciano que descansaba en un banco del mirador situado en una de sus orillas, que contestó así a la curiosidad de los jóvenes: Es el río Darro, antiguamente Dauro. Si recorréis la avenida hasta el final encontrareis otro río llamado Genil. Ambos vierten sus aguas al Guadalquivil, pero nada mejor para conocer los paisajes y lugares por donde transcurren que leer este poema que os voy a regalar:
EL TERROR DE 6.º B YOLANDA REYES.5
Hace una semana, yo era un tipo común y corriente. Digamos que sin
problemas. Porque tener suspensos no es un problema grave. Ahora sí estoy metido en un lío. Antes que nada, me presento. Mis amigos me dicen<<el terror de 6.º B>> Soy especialista en sabotear clases y en hacer todo tipo de bromas pesadas; pero, en el fondo, soy inofensivo y hasta buena gente. O lo ara, por lo menos. El jueves 7 de octubre,todo cambió. Fue en clase de inglés, con el profesor Quiroga, alias Porki. Ese jueves, su clase empezó, como de costumbre, con la tortura de salir a la pizarra -Henández Sergio, sal a la pizarra contus deberes . Con el corazón en una mano y el cuaderno en la otra,me levanté. Le entregué el cuaderno cerrado para retrasar su furia. -No te pedí el cuaderno para mirarle el forro -dijo, con un tono de burla-. Lo que quiero son los deberes. Haciéndome el bobo, abrí el cuaderno en la
página de los deberes o, mejor, en la hoja en blanco, por qué no había hecho nada. -¿Por qué no has hecho nada, jovencito? -Porki no entendí, profesor Como estaba previsto, toda la clase soltó la carcajada
y Porki me mandó a Dirección. Cerré la puerta y me quedé ahí parado.
No podía ir a Dirección porque eso significaba buscar otro colegio. Entonces me fije en la puerta de al lado de 6.º B, que decía:
En un acto de valentía, entré y me agazape en un rincón de ese horrible deposito. Yo lo había visto mil veces desde mi clase, porque 6.º B tenía una ventana que comunicaba con ese cuarto. De entrada, tropecé con un águila disecada y vi una docena de ratones muertos que nadaban en frasco de formol. Mas allá estava la calavera, compartiendo estantería con un montón de huesos humanos. Al fondo, el plato fuerte: un esqueleto a tamaño natural, con un montón de cuerdas de bailón, casi invisibles, que colgaban de los huesos de las manos, de los pies y de la cabeza, como si fuera una marioneta macabra. La verdad es que estar ahí helaba la sangre. Entonces se me ocurrió una idea descabellada: con mucho cuidado, senté al esqueleto en un pupitre osidado que había frente a la ventana de 6.º B. Después me escondí agarrando bien las cuerdas de nailon que movían los hueso del braso derecho. -¿Alguna pregunta?- dijo en ese momento Porki. Moví hacia arriba las cuerdas de nailon y el esqueleto levanto lentamente su mano derecha. Solo oí un silencio aterrador y luego un barullo general.-¿Se siente mal, profesor?-oí preguntar a Rodríguez. -No -dijo Porki, con un hilo de vozcalcé-. Les dejo estos minutos libres. Hasta mi escondite llegaron los gritos de alegria. Solo el esqueleto y yo lo sentimos pasar por nuestra puerta, arrastrando sus zapatos viejos. Cuando los pasos se perdieron, aproveché para colarme en la clase. No me atreví a comentar mi última hazaña con nadie. Disimuladamente, traté de preguntar por él en otras clases y me dijeron que no había tenido clases de ingles, porque el profesor estava Porki no fue ni ese día ni el lunes. El martes por la mañana, el director nos hiso forma en el patio, desde Infantil hasta6.º. -Os he reunido para daros una noticia muy triste. El profesor Quiroga está en el hospital. El caso es grave. A menos que suceda un milagro...-dijo, con un tono terrible. Desde entonces, solo espero que suseda el milagro y que Porqui entre por la puerta de 6.º B, como si nada. Dise la gente que estaba muy enfermo desde hacía tiempo, pero que no había querido decírselo a nadie. Supongo que todos disen esas cosas simplemente por opinar y porque todavía nadie sabe lo que realmente sucedió. Vosotros que llegáis al final de esta istoria, sois los primeros en saberlo. Así que, si por casualidad sabéis dónde está Porqui, contadcelo todo. Decidle que era solo una broma pesada. Que no es para tanto...Que no me haga esto. llegaron los gritos de alegría. Solo el esqueleto y yo lo sentimos pasar por nuestra puerta, arrastrando sus zapatos viejos. Cuando los pasos se perdieron, aproveché para colocarme en la clase. No me atreví a comentar mi última hazaña con nadie. <indispuesto>. Desde ese momento, empecé a sospechar que se me había ido la mano. Al día siguiente, fui el primero en llegar a clase, pero Porqui no fue ni ese día ni el lunes. El martes por la mañana, el director nos hiso formar en el patio, desde Infantil hasta 6.ºB. -Os he reunido para daros una noticia muy triste. El profesor Quiroga está en el hospital. El caso es grave. A menos que suceda un milagro...-di mientras salia dejo, con un tono terrible. Desde entonces, solo espero que suceda el milagro y que Porki entre por la puerta de 6.ºB, como si nada. Dice la gente que estaba muy enfermo desde asía tiempo, pero que no había querido decírsecelo a nadie. Supongo que todos dicen esas cosas simplemente por opinar y porque todavía nadie sabe qué fue lo que realmente sucedió. Vosotros, que llegáis dónde está al final de esta historia, sois los primeros en saberlo. Así que, si por casualidad sabéis dónde está Porki, contádselo todo. Decidle que era solo una broma pesada. Que no es para tanto...Que no me haga esto.
problemas. Porque tener suspensos no es un problema grave. Ahora sí estoy metido en un lío. Antes que nada, me presento. Mis amigos me dicen<<el terror de 6.º B>> Soy especialista en sabotear clases y en hacer todo tipo de bromas pesadas; pero, en el fondo, soy inofensivo y hasta buena gente. O lo ara, por lo menos. El jueves 7 de octubre,todo cambió. Fue en clase de inglés, con el profesor Quiroga, alias Porki. Ese jueves, su clase empezó, como de costumbre, con la tortura de salir a la pizarra -Henández Sergio, sal a la pizarra contus deberes . Con el corazón en una mano y el cuaderno en la otra,me levanté. Le entregué el cuaderno cerrado para retrasar su furia. -No te pedí el cuaderno para mirarle el forro -dijo, con un tono de burla-. Lo que quiero son los deberes. Haciéndome el bobo, abrí el cuaderno en la
página de los deberes o, mejor, en la hoja en blanco, por qué no había hecho nada. -¿Por qué no has hecho nada, jovencito? -Porki no entendí, profesor Como estaba previsto, toda la clase soltó la carcajada
y Porki me mandó a Dirección. Cerré la puerta y me quedé ahí parado.
No podía ir a Dirección porque eso significaba buscar otro colegio. Entonces me fije en la puerta de al lado de 6.º B, que decía:
SALA DE MATERIAL DIDÁCTICO TERMINANTEMENTE PROHIBIDA LA
ENTRADA ALUMNOS.
ENTRADA ALUMNOS.
En un acto de valentía, entré y me agazape en un rincón de ese horrible deposito. Yo lo había visto mil veces desde mi clase, porque 6.º B tenía una ventana que comunicaba con ese cuarto. De entrada, tropecé con un águila disecada y vi una docena de ratones muertos que nadaban en frasco de formol. Mas allá estava la calavera, compartiendo estantería con un montón de huesos humanos. Al fondo, el plato fuerte: un esqueleto a tamaño natural, con un montón de cuerdas de bailón, casi invisibles, que colgaban de los huesos de las manos, de los pies y de la cabeza, como si fuera una marioneta macabra. La verdad es que estar ahí helaba la sangre. Entonces se me ocurrió una idea descabellada: con mucho cuidado, senté al esqueleto en un pupitre osidado que había frente a la ventana de 6.º B. Después me escondí agarrando bien las cuerdas de nailon que movían los hueso del braso derecho. -¿Alguna pregunta?- dijo en ese momento Porki. Moví hacia arriba las cuerdas de nailon y el esqueleto levanto lentamente su mano derecha. Solo oí un silencio aterrador y luego un barullo general.-¿Se siente mal, profesor?-oí preguntar a Rodríguez. -No -dijo Porki, con un hilo de vozcalcé-. Les dejo estos minutos libres. Hasta mi escondite llegaron los gritos de alegria. Solo el esqueleto y yo lo sentimos pasar por nuestra puerta, arrastrando sus zapatos viejos. Cuando los pasos se perdieron, aproveché para colarme en la clase. No me atreví a comentar mi última hazaña con nadie. Disimuladamente, traté de preguntar por él en otras clases y me dijeron que no había tenido clases de ingles, porque el profesor estava Porki no fue ni ese día ni el lunes. El martes por la mañana, el director nos hiso forma en el patio, desde Infantil hasta6.º. -Os he reunido para daros una noticia muy triste. El profesor Quiroga está en el hospital. El caso es grave. A menos que suceda un milagro...-dijo, con un tono terrible. Desde entonces, solo espero que suseda el milagro y que Porqui entre por la puerta de 6.º B, como si nada. Dise la gente que estaba muy enfermo desde hacía tiempo, pero que no había querido decírselo a nadie. Supongo que todos disen esas cosas simplemente por opinar y porque todavía nadie sabe lo que realmente sucedió. Vosotros que llegáis al final de esta istoria, sois los primeros en saberlo. Así que, si por casualidad sabéis dónde está Porqui, contadcelo todo. Decidle que era solo una broma pesada. Que no es para tanto...Que no me haga esto. llegaron los gritos de alegría. Solo el esqueleto y yo lo sentimos pasar por nuestra puerta, arrastrando sus zapatos viejos. Cuando los pasos se perdieron, aproveché para colocarme en la clase. No me atreví a comentar mi última hazaña con nadie. <indispuesto>. Desde ese momento, empecé a sospechar que se me había ido la mano. Al día siguiente, fui el primero en llegar a clase, pero Porqui no fue ni ese día ni el lunes. El martes por la mañana, el director nos hiso formar en el patio, desde Infantil hasta 6.ºB. -Os he reunido para daros una noticia muy triste. El profesor Quiroga está en el hospital. El caso es grave. A menos que suceda un milagro...-di mientras salia dejo, con un tono terrible. Desde entonces, solo espero que suceda el milagro y que Porki entre por la puerta de 6.ºB, como si nada. Dice la gente que estaba muy enfermo desde asía tiempo, pero que no había querido decírsecelo a nadie. Supongo que todos dicen esas cosas simplemente por opinar y porque todavía nadie sabe qué fue lo que realmente sucedió. Vosotros, que llegáis dónde está al final de esta historia, sois los primeros en saberlo. Así que, si por casualidad sabéis dónde está Porki, contádselo todo. Decidle que era solo una broma pesada. Que no es para tanto...Que no me haga esto.
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