En aquellos tiempos (los años 50) la única distracción, y los periódicos secciones de cine en programación de jueves, y sábado y domingo,
en el cine Rivera... Las ferias de aquel entonces eran humildes pero
las familias que vivían en los campos... La mañana transcurría entre
copas y tratos con los típicos chozos del mercado de ganado donde lucía las jacas con bellas jóvenes de flamencos en sus grupas y como atracción las carreras de cintas de caballos... Las tardes copas, paseos descansos
y asearse para lucir los vestidos que tradicional mente se estrenaban
por esas fechas. Y Llegaba la noche... Se encendía ese río de luz con banderita que tenía su nacimiento en la plaza de la Iglesia y venía a morir siempre en el mismo mar: el Cine Rivera... Por lo demás, poca cosa más, cuatro casetas de turrón, de tiros, un columpio, las cunitas, a veces voladores para regocijo de la gente menuda, de la población.
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